11 de abril de 2010
UN CUENTO
Ya soy grande
Olgui me dijo que sería una buena peluquera, que tengo mano, y la verdad, yo creo que sería una buena peluquera porque me gusta mucho. Cuando estábamos con mi tía, antes de lo de mi primo, peinaba muchos días a mi madre y a mi tía y a ellas les encantaba. Mi madre tiene un pelo precioso, negro, con unos rizos que da gloria. Mi tía ,como es más vieja, lo tiene más ajado y con menos brillo. Mi madre dice que es de tanto teñirse, que de joven lo tenía como ella. A mí también me gusta cuando se tiñen. Pero ahora como estoy con mi abuela...
Mi padre se marchó con otra; no la conozco y mi madre nunca quiere hablar de eso. Que ni mentarlo, dice. Por eso fuimos a vivir con tía Aureli, cerca del Puerto. Mi tía trabaja de encargada en un bar de lujo. Siempre lo dice, que los clientes de su bar son de mucho lujo y por eso tiene que ir siempre muy bien arreglada. Eso le fue muy bien a mi madre, porque en cuanto llegamos a su casa mi madre se puso a trabajar con ella. Y se tuvo que comprar vestido nuevo y zapatos. Mi tía le presta mucha ropa; como tienen la misma talla. Cuando le pregunto a mi madre si de mayor podré trabajar con ellas se echan a reír a carcajadas. Mi madre me abraza y dice que yo seré peluquera.
Un día mi primo Andrés, que estaba en la península de soldado profesional, vino de permiso. Es guapísimo y se parece a Alejandro Sanz. Al principio cuando llegó no me hacía caso y le decía a mi madre que mi hermana y yo éramos unas crías. Pero yo ya no soy tan cría. Mi hermana, sí, porque sólo tiene seis años, pero yo ya soy grande. Por las noches cuando terminamos de cenar él lleva a las dos a trabajar al Puerto en su coche, y mi hermana y yo nos quedamos solas. Una noche, mi primo volvió tarde a casa y ni mi madre ni mi tía habían vuelto. Se sentó en el sofá y me dijo que no quería cenar. Se desabrochó la camisa y se descalzó. La peli de la tele era de cuadrillas y de novios. Mi primo cada vez que se besaban silbaba y a mi me hacía gracia y nos reíamos. En estas se acercó y me dio un beso. Mi hermana casi se dio cuenta, por eso yo no dije nada; pero tendría que haberle dado una torta, porque mi madre siempre dice que con los hombres hay que darse a valer. Y qué se pensaba. Le miré enfadada y él se reía y me guiñaba un ojo. Otro día también llegó tarde y en cuanto se sentó me dijo que le sirviera un whisky. Le puse uno porque yo siempre les pongo la bebida a mi madre y a mi tía y ellas me dejan para que aprenda. Luego me pasó el cigarrillo, y que fumara. Pero yo no quería. Hasta que después de tanto decirlo le di una calada. Entre el poco whisky que bebí y la calada me fui a la cama mareada y casi no me dormía. Por eso cuando al cabo del rato me primo entro despacio en la habitación y se tumbó junto a mi yo grité. Y mi hermana que debía estar muy dormida saltó de la cama y se fue directa a la puerta de la casa, que como es terrera en cuanto abrió salió a la calle y yo, en camisón detrás de ella. Y aunque él me puso la mano en la boca para que no gritara yo me zafé y salí corriendo. Don Armando, el vecino de mi abuela, nos vio y nos llevó a casa de abuela y cuando le conté lo que había pasado decía que Andrés era un hijo de puta.
Mi abuela dijo que mi madre no tenía fundamente de dejarnos en casa con un hombre. Que no nos iba a dejar más estar en esa casa, que no tenía fundamento.
Mi madre dice que mi abuela está así por lo de mi padre. “Claro, como es su hijo”, dice. El caso que ahora estamos con mi abuela y tenemos que ir al colegio. Mi hermana , sí, que vaya, pero yo quiero ser peluquera. Además mi primo estaba de broma, seguro que fue una broma. Pero mi abuela dice que los soldados son todos muy mujeriegos.
El otro día me dijo, hala, ya que quieres ser peluquera, péiname, Pero no te hagas ilusiones que a ti de la escuela no te libra nadie. Lo primero es lo primero. La vieja sabe perfectamente como ponerme de los nervios. Le solté el moño. La verdad que para lo vieja que es tiene un pelo liso precioso. Estuve un rato dándole masaje en la cabeza, como dice Olgui, la peluquera, que hay que hacer con las clientas. Y mi abuela dijo: Ay, mi niña, qué manos tienes.
Seguí, le pasé un peine ancho para desenredarle. En la tele Juan Manuel Serrat decía que él siempre había sido un rebelde. Mi abuela se quedó dormida y roncaba, daba ronquiddos de bruja, con su bocaza abierta. Me daba una rabia; no me pude aguantar: cogí las tijeras y le corté el moño. Luego poco a poco la dejé toda pelada. Cuando acabé barrí los pelos y los tiré a la basura. Me senté en el sofá y casi me duermo. Mi hermana llegó de la calle y empezó a gritar: abuela está pelada, abuela está pelada. Se despertó, se pasó la mano por la cabeza y cuando notó que no tenía pelo, cogió el recogedor y casi me mata. Le dije que yo me iba con mi madre. Cogió a mi hermana y estrujándola contra su pecho, las dos lloraban. Abrió la puerta y me dijo:”Vete con tu madre, puta. Vete a trabajar en el bar con ella. Que sólo valéis para eso". Al salir, me me dio un guantazo y me haló por los pelos., y de un tijeretazo me cortó media melena.
El otro día, mi primo me escribió desde la península y me dijo que se acuerda de mi. Y que como ya estoy otra vez con mi madre cuando vuelva nos hacemos novios. Es que mi abuela es una sargenta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Ah la familia, Joaquín, siempre tiene entraña, siempre.
Gracias por pasar el blog.
Saludos
Y entre tanto pasa la vida por esta chica...amable relato, con sus cortes amargos y todo.
Te recomiendo "Precius", pelicula basada en una novela de Sapphire, "Push" creo que se llama.
Un saludo
Hola JOAQUÍN,
¡¡Vaya susto me he llevado con el nuevo look de tu blog!! por un momento, pensé que no estaba en el blog del Joaquín que yo pensaba que eras...jajaja
¡¡Fíjate que me he tenido que buscar en los comentarios que te dejé en entradas pasadas para confirme que eras quien yo creía!!
Mira, me he acercado por varias cosas:
1ª.- Gracias por tus DOS, comentarios jajaja
Sí que está tu primer comentario Joaquín. Lo que ocurre, es que en esta entrada parece que a todos nos da por hablar un montón y no te has encontrado, pero sí que está, mira despacio y te encontrarás. de hecho, te lo leí ya ayer, pero aún no me ha dado tiempo de contestártelo.
2ª.- En tu último comentario al ponerme que eras "senador" jajaja me quedé pensado ¡¡Anda, Eva, no me había dicho nada de que fuera senador!! jajaja luego me di cuenta que te referías a tu edad, que por cierto, ¡¡tampoco te pases que no eres tan viejo!! jajaja
3ª.- Sólo he tenido tiempo de leerte ahora este cuento...
¡¡¡IMPRESIONANTE, JOAQUÍN!!
de verdad que me ha parecido de lo mejor que te he leído hasta ahora...¡¡¡Buenísimo!! si es que ando pilladísima de tiempo y no me he podido resistir y terminártelo.
Es impresionante la cantidad de cosas, imágenes y lo denso de la historia, en tan poquitas palabras.
de verdad, que además de precioso, pocas veces he leído tanto en tan poco.
¡¡¡Mi más sincera enhorabuena !!!
En otro rato, paso y me leo lo que me he perdido.
Tú nuevo look, le sienta muy bien a tu blog...
Otra vez, mil gracias, JOAQUÍN
Muchos besos para ti y para tu chica ;-)
¡¡Feliz semana Joaquín!!
María,
tu juicio me alaga, porque me has demostrado con tus comentarios de películas y otros empeños artísticos que no hablas irreflexivamente.
Un abrazo
Joaquin
Publicar un comentario