Flores silvestres, please.
En la casa cansada de Damasco
entre ánforas de aceite y miel
has opuesto la gloria de Dario a los Omeyas,
y el reino “off shore” como sistema.
Es difícil beber gin tonic
sintiendo la angustia del cerdo en la garganta.
Proyectar,
ascender,
buscar esposa,
prestigio de importación,
y sudor en las camisas.
Ser propietario del jardín de Babilonia
y no permitir que vuelen junto a ti
las mariposas.
Entre flujos de testosterona,
contando porcentajes,
pretendes el sexo de la señora
a cambio de un ramo de flores
de invernadero.
3 comentarios:
Casi me desmayo.
Eva
Falta algo muy importante la vena cruzada y las mentiras compulsivas.lola
¡¡¡xD, Joaquín, que vas a matar a E. de un soponcio!!!
¡¡¡Flores silvestres,please, please....!!!
Un besazo
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