10 de agosto de 2010

Arizona









El orín de los coyotes
delimita el territorio
nadie puede estar solo ante el peligro
somos dueños de nuestras erecciones
y decimos cómo y cuando

en los ranchos afortunados
sucumben el chile y los jalapeños
al perfume delicado de las tartas de frambuesa
la sala familiar se inflama
con la polca de los rifles
y los destellos de la estrella de cinco puntas

ojo por ojo
no es suficiente
hay que vacunar al felino
antes de que las pulgas
monten campamento

el agave nació para sacar licor del fuego

pero el güisqui debe tomarse solo