26 de abril de 2011

POEMA




Oración a la Virgen Petrolera

No era un colmao,
era un supermercado,
desierto.
Los arenques no llegaban a las latas
ni las latas, a los anaqueles.
No había caballa ni atún del norte,
el queso de tetilla y el queso podre apestaban
en la paja del establo,
y nadie comprendía que pasaba con la ausencia,
la nada que iba llegando
como llega la lotería.

¿Qué fue del papel higiénico?
¿Porqué los cerdos morían de viejos en las dehesas
y jamás íbamos a ver más fruta fresca?

Los campos no llegaban a la ciudad,
los turistas hacían ronronronrorn pero el avión no volaba
y ni el whisky ni el coñac arrancaban motores

Cartas de olivos milenarios,
Expresadas en latín, decían:
“es la energía, imbecil”.
Y las aceitunas no alcanzaban ya las almazaras.

Las botellas de plástico y el propileno expandido
se cotizaban en bolsa.
los agentes de Wall Street comían papel satinado
y corbatas a la carbonara.
¿Hasta cuando durará la cocacola, se preguntaba el G-20?

Por cada dos habitantes un coche reposaba a lo largo de las avenidas.
Nadie iba ni venía.

Es la hora de las rogativas.
Los fieles no comprendían.
“Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva”
Virgencita, virgencita,
no hay más cera que la que arde
¿Y el petróleo, madre mía?
"Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva"

17 de abril de 2011


POEMA

TRAS EL TERREMOTO

Es de azufre el horizonte :

Las calles,

Las casas,

Los porteros, las encargadas, la verdura,

Los conservantes.

Sufrimos de mal de altura.

Hay puntos de fuga a cada lado,

Círculos concéntricos y negaciones.

Han llegado los caimanes ,

El brillo aséptico de los pasillos,

La distancia productiva.

Saltamos sin red

Y en la playa solo quedan desgarros

Agudos de gaviota .

No ves el tiempo en mi rostro,

Ahora,

Quiero escanciar de nuevo el vino

Y ser dueño de tu taberna,

Como cuando las sábanas se derramaban

Y tus pies se hundían vientre abajo.

7 de abril de 2011

6 de abril de 2011

POEMA

Los acuchillaron seis décadas y media

las zapatillas de lana yacen olvidadas debajo de un armario

mis ojos se pierden por calles de basura

pasos de baile sin pareja

el dial de un teléfono despreció besos que se desnucaron por la escalera del metro ¿qué podía buscar en un Kentucky Chicken?

¿qué decía Pasolini?

me hablabais a mí que estoy sordo de lejanía

a mí que no puedo escribir de puño y letra

dónde estoy me gritan los muebles de una habitación vacía


la lluvia de los parques erosionó las tardes

y los monetaristas entraron en tropel

nunca estuve en el altar de ceremonias

ni nací en mi pueblo

no tengo tobillos

ni puedo unir mi mano a la de un pobre

las tardes están llenas de grietas

y una trituradora para licuar amigos funciona día y noche