28 de junio de 2009

UN POEMA CADA DÍA, VIII




Mareo: palabra de mar, constante, de nausea de mar, de hartazgo de mar, de insolencia, de frontera inabarcable, de ruta sin bordes. Vómitos de la serpiente, hedor de sal, de lengua seca, de estómago de hambre, de piel sarnosa, de llagas en las ingles.

¿Dónde duermen, cuándo, cómo?

Que lo diga el precepto dominical, el libro caritativo, la carcajada de la pena, la carcajada de soberbia, los que no han visto la letrina sin salida.

Llegan hacinados, sentados, pierna sobre pierna, codo contra hueso, entre circuitos de sangre negra.

El hambre. El agua busca sus caminos. La arena avanza. SIDA, Guerra y cópula que ignora la esperanza.

Colas de lagarto se agitan sobre el pavimento buscando una rifa de sepelios.

2 comentarios:

María dijo...

¡Hola Joaquín!
Casualmente creo que nuestras entradas hoy, han coincidido en el escenario e incluso un poquito en el tema (pateras ¿verdad?)
Por fin hoy ya tienes un papel decente en el barco... un poco loco (te darás cuenta cuando leas mi entrada que he utilizado tu idea de los hermanos Marx) Espero que te guste, lo he escrito con todo cariño y al menos yo me he reido mucho mientras lo hacía.
Precioso el poema, pero como el tema, muy triste.
Te espero abordo.
Un abrazo fuertote.

Kim Basinguer dijo...

Y mientras,el mundo mirando,y precoupandose solamente de que no desembarquen donde los mirones están.