18 de octubre de 2009

UN POEMA CADA DIA, XXII


Un aroma de coñac y arroz con leche
persiste frente al balcón que mira a la alameda.

La justicia
desbocada sobre caballos de acero
cubrió el mantel de Noche Buena.

La abuela amarró sus nietos a las medias,
pero en la noche de pezuñas oxidadas
las mujeres masticaban gritos.

Un barco abrió su vientre
y encubó
desgarros de gaviotas.

Lejos quedó
la casa sin tejado,
y surgió un olor a rata entre ratas muertas.

El arroz con leche
quedó pegado a las paredes,
los cuerpos vacíos, por las sillas
y el humo de los puros, faro de la melancolía.

2 comentarios:

María dijo...

¡¡A ver Joaquín!!

Esto que es ¿nostalgia drástica y pesimista?
Porque mira que te ha salido oscuro y lúgubre.
Como siempre muy bien escrito, pero si tu interior está tan negro y lleno de cosas desagradables, debes salir corriendo y que te de el sol, por favor. ;-)

Muchos besos.

P.D. Joaquín ya estás embarcado y te has perdido tu perfil ¡¡cachiiiis!!. :))

JOAKO dijo...

Te ha salido muy tropical, casí veo a uno que espera su carta que nunca llega...