La Gomera
Ayer llegaste a La Gomera,
alma de muchacho
con sueños digitales:
una espoleta atenta
y una mina a ras de suelo.
La robótica no llega
hasta tus brazos,
ni a tus uñas
ni a tus dedos.
Desde lejos,
la isla es un ser viviente,
y sesenta abanicos negros la saludan.
Cincuenta veces mil ha rogado tu garganta
al dios de las playas de arena negra,
al dios de los destajos
y al pan caliente.
2 comentarios:
"Cincuenta veces mil de bonito"
Un abrazo
!Que bonito! Que pena que refleje una verdad tan desgarradora.
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