11 de junio de 2009

Un poema cada día

La Gomera

Ayer llegaste a La Gomera,
alma de muchacho
con sueños digitales:
una espoleta atenta
y una mina a ras de suelo.

La robótica no llega
hasta tus brazos,
ni a tus uñas
ni a tus dedos.

Desde lejos,
la isla es un ser viviente,
y sesenta abanicos negros la saludan.

Cincuenta veces mil ha rogado tu garganta
al dios de las playas de arena negra,
al dios de los destajos
y al pan caliente.

2 comentarios:

María dijo...

"Cincuenta veces mil de bonito"
Un abrazo

lola dijo...

!Que bonito! Que pena que refleje una verdad tan desgarradora.